La caída de Trudeau, ejemplo para los políticos queretanos

Justin Trudeau fue el político más joven y popular que prometía ser el nuevo arquetipo para ganar el voto, confianza y credibilidad de las viejas y nuevas generaciones de electores de su país. Fue incluso mencionado como el político modelo para Canadá y América Latina.

Con un lenguaje corporal diseñado por expertos para conquistar, seducía con una sonrisa contagiosa, irrumpía en las redes sociales con contenidos disruptivos, igual bailaba, cantaba y abrazaba los derechos humanos de tercera generación. Varios políticos queretanos y de México lo imitaron sin éxito.

El personaje canadiense, en su momento, logró no solo unificar minorías sino también pudo ganar un par de veces las elecciones internas y generales de su país. Una estrategia que parecía inagotable.

Sin embargo, el 6 de enero, el primer ministro de Canadá, anunció su dimisión tras semanas de especulaciones y una creciente crisis política y de imagen.

Justin Trudeau trasmutó del joven modelo de la política electoral en una figura aislada y profundamente polarizadora. 

Trudeau gastó tanto la fórmula del político carismático -el que caía bien a todos- que empezó a empalagar y a lucir falto de credibilidad. Tanto fue el hartazgo y saturación de imagen que tuvo dimitir en medio de la caída de las encuestas de opinión pública.  

Los tomadores de decisiones del Partido Liberal que en su momento lo encumbraron lo han abandonado por no ser rentable, por considerarlo más como un riesgo que como un activo o una inversión a mediano plazo.

Ellos, los dueños del partido, están enfadados no solamente porque el equipo de Trudeau no ha conseguido hacer frente a la inflación, los costes de la vivienda y las tensiones derivadas de la elevada inmigración sino también porque dejó de ser útil para los intereses personales y políticos del grupo. 

Los riesgos geopolíticos, la agonía de la economía de sus seguidores y la falta de respuesta a las nuevas necesidades y problemáticas de sus electores abonaron aún más a su caída. 

No solo los partidarios de las ocurrencias mediáticas del Primer Ministro sino también sus amigos lo dejaron solo.

El futuro político de Trudeau entró en barrena cuando Chrystia Freeland, considerada durante mucho tiempo su principal cercana colaboradora, dimitió como Ministra de Economía y Viceprimera Ministra el mes pasado.

En las próximas semanas, los liberales se verán inmersos en una lucha por el liderazgo interno, pero sobre todo deberán saber cómo resolver el desaseo que deja la imagen de Trudeau. 

Los acontecimientos recientes son muy enriquecedores para los que gustan aprender el ejemplo. 

Hoy varios jóvenes políticos que ejercen la titularidad de los municipios, que ocupan curules, regidurías, dirigencias partidistas del partido en el gobierno del estado de Querétaro bien podrían verse en el espejo o preguntarse si no tardan en ser los próximos Trudeau queretanos, figuras que en breve bien podrían dejar de ser útiles tanto como populares.

¿Usted conoce alguno? Es pregunta.

En esta edición, Benjamín González Roaro reflexiona sobre cómo el tiempo fluye y la impermanencia de la vida, citando filosofías y poetas.

En estos días en los que concluye un año particularmente aciago, donde las malas noticias que abundaron en nuestro país y en el mundo nublaron nuestro ánimo y provocaron desesperanza, no deseo hablar de política ni de sus personajes. Es un buen momento para hablar de lo importante: del tiempo, la vida y el paso de los años.

La relación entre el tiempo y el paso de los años es una de las cuestiones más profundas y enigmáticas, fascinando a filósofos, poetas y pensadores a lo largo de la historia. El tiempo, como concepto, se presenta tanto como una medida objetiva de la duración, como una experiencia subjetiva que influye en nuestra percepción de la vida. En este sentido, el paso de los años no solo marca un cambio cronológico, sino que también simboliza la transformación de nuestra existencia y el flujo constante de la vida.

Es común encontrar en las principales doctrinas filosóficas el concepto del tiempo como ciclo y no como una línea constante. Por ejemplo, para el Budismo, el tiempo no se percibe en línea recta, sino como un flujo continuo y cíclico de nacimiento, muerte y renacimiento. La vida, en este marco, es una manifestación momentánea dentro de ese flujo, un conjunto de experiencias y fenómenos en constante cambio. El paso de los años, al igual que la vida misma, se define por la impermanencia, todo lo que existe está sujeto a transformación; el envejecimiento y la muerte son vistos no como tragedias, sino como aspectos naturales de la existencia. El propósito es no resistirse al cambio, es aceptarlo con ecuanimidad, cultivando una comprensión profunda de la realidad para trascender el sufrimiento que surge del apego.

En palabras del Buda: “No permanezcas en el pasado, no sueñes con el futuro, concentra la mente en el momento presente”. Lo que resalta la importancia del aquí y ahora, donde el tiempo se vive como una serie de instantes presentes, en lugar de una sucesión lineal de momentos.

Al igual que el Buda, el filósofo griego Heráclito abraza la impermanencia con su afirmación, “Todo fluye, nada permanece”, donde sugiere que la realidad está en un estado de cambio perpetuo, que es una constante en la experiencia humana; cada año que pasa trae consigo nuevas experiencias, aprendizajes y, a menudo, una sensación de pérdida. Asimismo, la percepción del tiempo se entrelaza con la noción de la memoria y el olvido. Como dice Antonio Machado: “Caminante, no hay camino, se hace camino al andar”, frase que resuena con la noción de que el tiempo se construye a través de nuestras acciones y decisiones, siendo cada año un nuevo sendero que se revela ante nosotros.

Immanuel Kant sostenía que el tiempo es una forma de intuición que permite la experiencia, sugiriendo que nuestra percepción del tiempo es en gran medida subjetiva. Esto lleva a la reflexión sobre cómo el paso de los años puede ser experimentado de manera diferente por cada individuo, dependiendo de su contexto, emociones y experiencias vividas. La experiencia del paso del tiempo está profundamente ligada a la noción de identidad, a medida que los años avanzan, nuestra identidad se transforma, se construye y se deconstruye. La poetisa española Rosa Chacel escribió: “El tiempo es un maestro que nos enseña a vivir, pero también a olvidar”. Esta dualidad entre el aprendizaje y el olvido se convierte en un aspecto esencial de nuestra existencia, donde cada año vivido enriquece la comprensión de nosotros mismos y del mundo que nos rodea.

Desde la perspectiva existencialista, el tiempo puede ser visto como una limitación. Jean-Paul Sartre habla del tiempo como un elemento que nos empuja hacia la angustia de la muerte. Cada año que pasa nos acerca más a nuestro inevitable final, creando una sensación de urgencia por vivir plenamente. Esta visión ruda y fatalista nos lleva a descubrir la belleza de estar vivo. Así la vida es un río que fluye en silencio, incesante, entre las piedras de la existencia. Nace como un hilo frágil en las alturas del misterio, donde las cumbres de la posibilidad se pierden en la niebla del desconocido origen. Allí, el tiempo no es más que una promesa, un susurro tenue que invita al movimiento, al primer latido, al primer aliento. Pero pronto, el río crece y con él, el murmullo del tiempo se convierte en un canto que acompaña nuestras jornadas, recordándonos que cada instante que vivimos es también un instante que perdemos. El tiempo, ese artesano invisible, teje nuestra historia con hilos de oro y ceniza. Cada día que pasa es un hilo que se suma al tapiz de lo que somos, pero también un hilo que se consume en la hoguera del pasado. El tiempo, un escultor cruel y generoso, nos da forma, nos moldea, nos embellece con la experiencia, pero al mismo tiempo desgasta nuestras aristas, borra nuestras huellas y nos conduce con paso firme hacia la disolución.

Esta angustia, sin embargo, puede ser transformada en motivación para abrazar la vida, tal como lo expresa Pablo Neruda: “Para vivir, quiero vivir, y para vivir, quiero saber. Y sé que no hay tiempo que perder”.

Queridos amigos y lectores, desear es una característica de los humanos que nos lleva a la infelicidad, pero cuando el deseo es para beneficio de otros nos permite sentir una felicidad compartida, por eso deseo que sus vidas se llenen de contenido y significado espiritual en el próximo 2025.

Presidente de la Academia Mexicana de Educación.

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En esta entrega de opinión, Pedro García nos habla sobre los cambios en las empresas y su impacto en el mercado.

BAIT IMPACTA A TELCEL Y AT&T: FUSIÓN DE HONDA Y NISSAN Y RETOS DEL MERCADO EV

LAS AUTOMOTRICES JAPONESAS HONDA MOTOR Y NISSAN MOTOR ESTÁN EN NEGOCIACIONES PARA UNA POSIBLE FUSIÓN, según informó el diario japonés Nikkei. Esta noticia llega en medio de una creciente competencia mundial en el mercado de vehículos eléctricos (EV), donde los fabricantes chinos están ganando terreno rápidamente con innovaciones y precios competitivos. La fusión, que también podría incluir a Mitsubishi Motors, crearía uno de los grupos automotrices más grandes del mundo, capaz de desafiar a gigantes como Toyota y Volkswagen.

El mercado de EVs está experimentando un cambio significativo, con empresas chinas como BYD dominando gracias a sus bajos costos de producción y avanzada infraestructura de carga. Este éxito en el mercado chino, el mayor del mundo para vehículos eléctricos, ha presionado a los fabricantes japoneses a replantear sus estrategias para mantenerse competitivos. Las ventas de EVs en China alcanzaron 1.27 millones de unidades en noviembre de 2023, representando casi el 70% de las ventas globales de ese mes.

A pesar de que la fusión aún no ha sido confirmada oficialmente por Honda y Nissan, el mercado ha reaccionado positivamente ante la posibilidad. Ambas compañías han estado explorando diversas formas de colaboración, incluyendo el desarrollo conjunto de tecnologías clave para la electrificación de sus vehículos. Esta tendencia refleja el esfuerzo de las automotrices tradicionales por compartir recursos e inversiones, con el fin de competir eficazmente en el desafiante mercado global de EVs.

ANFORA, CON SEDE EN PACHUCA, HIDALGO, HA EMERGIDO COMO UN ÍCONO EN LA INDUSTRIA CERÁMICA DESDE 1994, produciendo anualmente alrededor de 7.5 millones de piezas de vajillas y cerámica. Aprovechando plataformas digitales y redes sociales, la empresa mexicana ha capturado el interés de los millennials, narrando su rica historia centenaria y destacándose en el mercado nacional e internacional, exportando a 30 países. Alejandro Esparza, especialista en comercio y docente de la EBC, subraya que la calidad de los productos de Anfora ha sido crucial para su longevidad y relevancia en el mercado.

Desde su fundación, Anfora ha combinado procesos artesanales con tecnología industrial avanzada, utilizando hornos y maquinaria alemana de alta precisión para crear productos de alta calidad. En su historia de más de 100 años, Anfora ha superado numerosos desafíos, como la competencia de productos a bajo costo, manteniéndose firme gracias al trabajo artesanal en cada pieza. En las décadas de 1950 y 1960, sus productos se consolidaron como artículos de lujo en México.

Además de sus reconocidas vajillas, Anfora ha diversificado su negocio con marcas como Tavola, Imcosa y Ranieri Porcelain, y una división de botellas cerámicas para bebidas alcohólicas. Esta diversificación y su compromiso con la calidad y la innovación han fortalecido su presencia tanto a nivel nacional como internacional. La capacidad de Anfora para adaptarse a las tendencias globales hacia lo natural y lo orgánico será clave para su crecimiento futuro.

LA ENTRADA DE BAIT, EL OPERADOR MÓVIL VIRTUAL (OMV) DE WALMART, AL MERCADO DE TELECOMUNICACIONES CON PLANES DE POSPAGO promete reconfigurar el sector y desafiar a gigantes como Telcel y AT&T. Las tarifas de Bait, que son hasta 30% más económicas, han captado la atención de los consumidores, especialmente en un entorno económico volátil. Esta nueva estrategia podría reducir aún más las adiciones de clientes de prepago de Telcel y AT&T, quienes ya enfrentan presiones por la competencia de los OMV.

Bait ha registrado un crecimiento significativo en clientes de recarga, pero la incursión en el segmento de pospago podría mejorar su perspectiva financiera y consolidar su posición en el mercado. Jorge Moreno Loza, abogado especializado en telecomunicaciones, señala que el éxito de Bait dependerá de la cobertura y operación de Altán Redes, la cual ha tenido fallas en el pasado. Sin embargo, la propuesta de Bait de ofrecer más datos a un costo menor puede ser un factor decisivo en su expansión.

Gabriel Cejudo, director de Bait, subraya que la compañía está preparada para la competencia y espera que la oferta de precios bajos y mayores capacidades de datos atraiga a más usuarios. Hasta ahora, Bait ha alcanzado 15.1 millones de usuarios y ha generado ventas de 1,872 millones de pesos en el tercer trimestre de 2024. Mientras tanto, Telcel, con 84.1 millones de clientes y ventas de 60,651 millones de pesos en el mismo periodo, deberá adaptarse a este nuevo panorama competitivo.

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