Donald Trump asumió la presidencia de los Estados Unidos de América del Norte convirtiéndose así en el mandatario número de 47 de esta nación. En su mensaje, declaró emergencia nacional en la frontera con México, por lo que enviará contingentes militares.

“Declararé emergencia nacional en la frontera sur, comenzaré el proceso de deportar a millones y millones de inmigrantes indocumentados, restableceré la política de Quédate en México, enviaré tropas a la frontera para detener la desastrosa invasión a Estados Unidos y declararé como organizaciones del terrorismo internacional a los cárteles”, anunció el mandatario.

Ante sus antecesores Joe Biden, Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton, el magnate aseguró que en los últimos ocho años fue puesto a prueba más que ningún otro presidente en 250 años de historia, sin embargo, dijo, Dios lo salvó para hacer grande a Estados Unidos.

Trump sostuvo que este mismo lunes Hoy, firmará una serie de órdenes ejecutivas históricas para dar inicio a la completa restauración de América.

“Las órdenes que he firmado hoy también designarán a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, e invocando la ley de enemigos extranjeros de 1798 ordenaré a nuestro Gobierno que utilice todo el inmenso poder de las fuerzas del orden federales y estatales para eliminar la presencia de todas las bandas y redes criminales extranjeras que traen delitos devastadores a suelo estadounidense, incluidas nuestras ciudades y centros urbanos”, subrayó sin aludir al armamento que Estados Unidos provee a dichas organizaciones.

Advirtió que en breve modificará el nombre de Golfo de México a Golfo de América

“El futuro es nuestro y nuestra edad de oro acaba de empezar”, concluyó el discurso triunfalista del nuevo presidente.

Te puede interesar: IMPACTO DE TRUMP, POLÍTICAS DE SHEINBAUM Y LA TEMPORADA TAURINA EN MÉXICO

Al no encontrar acomodo o espacios de alta rentabilidad política en los partidos políticos con registro vigente, perdedoras y derrotados en las últimas elecciones, integrantes de la vieja clase política, hombres y mujeres de rostros conocidos, con propuestas y causas sociales caducas levantan la mano para inscribir, en este mes, su propia organización ante en INE para lograr su registro. 

Convencidas y seguros de que contar con su propio partido les permite estar vigentes en la política, obtener recursos millonarios para hacer política, conseguir espacio de decisiones y competir en las elecciones intermedias de 2027 en las que se renovará la Cámara de Diputados, sin pensarlo ya hacen fila en las oficinas centrales de un debilitado Instituto Nacional Electoral.

De acuerdo con las reglas aprobadas por el INE, las organizaciones deberán afiliar a 256 mil ciudadanos a través de una aplicación móvil o en papel. Celebrar asambleas por lo menos en 20 entidades o en 200 distritos electorales y que en estas asambleas participen tres mil afiliados por entidad o bien 300 por distrito electoral sin que participen organizaciones gremiales.

Dicha lista de condiciones no son nada fáciles de cumplir para las organizaciones que escasamente han intentado siquiera comunicar de manera estratégica en las zonas electorales del país para que pudieran sumar adeptos.

Las organizaciones que mayor reconocimiento mediático han sido solo aquellas disruptivas que tomaban plazas en el proceso electoral presidencial pasado, pero no por ello significa que sus líderes gocen se aceptación, credibilidad y confianza. Debido a esas características la autoridad electoral revisará escrupulosamente todas las evidencias necesarias.

Ante la temporada de inscripción que termina este mes la perspicacia y astucia de algunas agudas mentes en política hacen suponer dos escenarios: 

1. Se buscan más partidos para pulverizar lo que queda de la oposición al oficialismo y así consolidar un sexenio libre de presiones.

2.-  Es mucho el deseo de los ingenuos que piensan que uno o dos nuevos partidos de derecha o de ultraderecha unidos al PAN puedan vencer a Morena en los próximos años y mantener los gobiernos de Querétaro, Aguascalientes, Chihuahua y Guanajuato.

Preguntas a la queretana:

¿Estás o no estás de acuerdo con el comercio ambulante? La respuesta es obvia ya sea se te pregunte en tu municipio o ciudad sin importar en que parte del país te encuentres. ¿No es así?

¿Qué tan sólida es la metodología de la encuesta y consulta ciudadana a 2 mil 392 personas del gobierno municipal de Querétaro sobre el comercio ambulante que no convenció a algunos colectivos?

¿Será que los resultados eran obvios y esperados ante la apertura intencional de las preguntas? ¿Influyo que los funcionarios municipales fueron también los encuestadores? 

¿El plan estratégico que anuncia, luego de los resultados, incluirán respuestas y soluciones a los trabajadores de la calle y a los ambulantes que no tienen fuentes fijas de empleo?

¿Sería orgánica la paliza que le pusieron en redes sociales al regidor morenista que acusaron de “grafitero” y por apostar más a la confrontación que al diálogo? 

“Si le va bien al estado y al municipio beneficia a todas y todos, no sea necio”, le replicaron en todos los comentarios que se viralizaron de manera inmediata tal y como si fueran pagados. ¿Será que la idea, la ejecución y recursos tuvieron origen de las bolsas de prerrogativas de la oficina de un senador blanquiazul con aspiraciones al 2027?

¿Qué pensarán los asesores del gobierno estatal luego que Querétaro se anota un punto más a su favor con los anuncios de la llegada de los Data Centers y la inversión multimillonaria de Amazon, logros que anunció el gobernador Kuri hace meses y que ahora un secretario de estado federal -con intereses electorales- anuncia como mérito del gobierno federal?

Conste que son preguntas.

La caída de Trudeau, ejemplo para los políticos queretanos

Justin Trudeau fue el político más joven y popular que prometía ser el nuevo arquetipo para ganar el voto, confianza y credibilidad de las viejas y nuevas generaciones de electores de su país. Fue incluso mencionado como el político modelo para Canadá y América Latina.

Con un lenguaje corporal diseñado por expertos para conquistar, seducía con una sonrisa contagiosa, irrumpía en las redes sociales con contenidos disruptivos, igual bailaba, cantaba y abrazaba los derechos humanos de tercera generación. Varios políticos queretanos y de México lo imitaron sin éxito.

El personaje canadiense, en su momento, logró no solo unificar minorías sino también pudo ganar un par de veces las elecciones internas y generales de su país. Una estrategia que parecía inagotable.

Sin embargo, el 6 de enero, el primer ministro de Canadá, anunció su dimisión tras semanas de especulaciones y una creciente crisis política y de imagen.

Justin Trudeau trasmutó del joven modelo de la política electoral en una figura aislada y profundamente polarizadora. 

Trudeau gastó tanto la fórmula del político carismático -el que caía bien a todos- que empezó a empalagar y a lucir falto de credibilidad. Tanto fue el hartazgo y saturación de imagen que tuvo dimitir en medio de la caída de las encuestas de opinión pública.  

Los tomadores de decisiones del Partido Liberal que en su momento lo encumbraron lo han abandonado por no ser rentable, por considerarlo más como un riesgo que como un activo o una inversión a mediano plazo.

Ellos, los dueños del partido, están enfadados no solamente porque el equipo de Trudeau no ha conseguido hacer frente a la inflación, los costes de la vivienda y las tensiones derivadas de la elevada inmigración sino también porque dejó de ser útil para los intereses personales y políticos del grupo. 

Los riesgos geopolíticos, la agonía de la economía de sus seguidores y la falta de respuesta a las nuevas necesidades y problemáticas de sus electores abonaron aún más a su caída. 

No solo los partidarios de las ocurrencias mediáticas del Primer Ministro sino también sus amigos lo dejaron solo.

El futuro político de Trudeau entró en barrena cuando Chrystia Freeland, considerada durante mucho tiempo su principal cercana colaboradora, dimitió como Ministra de Economía y Viceprimera Ministra el mes pasado.

En las próximas semanas, los liberales se verán inmersos en una lucha por el liderazgo interno, pero sobre todo deberán saber cómo resolver el desaseo que deja la imagen de Trudeau. 

Los acontecimientos recientes son muy enriquecedores para los que gustan aprender el ejemplo. 

Hoy varios jóvenes políticos que ejercen la titularidad de los municipios, que ocupan curules, regidurías, dirigencias partidistas del partido en el gobierno del estado de Querétaro bien podrían verse en el espejo o preguntarse si no tardan en ser los próximos Trudeau queretanos, figuras que en breve bien podrían dejar de ser útiles tanto como populares.

¿Usted conoce alguno? Es pregunta.